Pakistán: un arduo trabajo para un gobierno frágil

Ningún partido consiguió hacerse con la mayoría absoluta en unas reñidas elecciones legislativas celebradas el 8 de febrero de 2024. Estaban llamados a las urnas un total de 128,5 millones de electores, de los que finalmente participaron un 47%.

Los candidatos independientes respaldados por el Tehreek-e-Insaf (PTI) quedaron en cabeza con 93 escaños, seguidos de los dos partidos tradicionales, la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) y el Partido Popular de Pakistán (PPP), con 75 y 54 escaños respectivamente. Estos dos últimos se aliaron con cinco partidos más pequeños para obtener la mayoría absoluta.

 

Resultados electorales muy cuestionados

El retraso en el anuncio de los resultados y la suspensión de los servicios de telefonía móvil e Internet alimentaron las sospechas de fraude electoral. El periodo preelectoral ya se había visto perjudicado por el aplazamiento de las elecciones más allá del límite constitucional y por la imposibilidad de que los candidatos del PTI hicieran campaña con los colores del partido y utilizaran su símbolo, el bate de cricket, esencial para la visibilidad en un país donde el 40% de la población es analfabeta. El líder del PTI, el ex primer ministro Imran Khan, está encarcelado desde agosto de 2023.

 

El país se ha visto asolado por atentados terroristas masivos

La toma del poder por los talibanes en el vecino Afganistán en 2021 ha intensificado el número de atentados terroristas con un saldo de 693 muertos en 2023. En vísperas de la jornada electoral, 28 personas murieron en dos atentados reivindicados por el Estado Islámico en Baluchistán, región compartida con Afganistán e Irán. 

 

El país se enfrenta a grandes retos socioeconómicos

La economía retrocedió ligeramente en 2023 (-0,2%), penalizada por una inflación galopante, que alcanzó el 30% de media en 2023 y lastró el consumo privado (80% del PIB). Estas dificultades económicas, unidas a un continuo y rápido crecimiento demográfico (+2% anual; 241,5 millones de habitantes), han contribuido a mantener la tasa de pobreza, que asciende al 40% de la población, ya que la mano de obra es numerosa y barata.

 

Un futuro gobierno con muchos retos por delante

Dada su falta de legitimidad, el nuevo Gobierno tendrá dificultades para llevar a cabo las reformas solicitadas para renovar el acuerdo con el FMI en un momento en que el país sigue enfrentándose a importantes desequilibrios presupuestarios, así como a tensiones internas y externas.

  • Dificultades de la deuda pública: En julio de 2023, el país evitó por poco el impago gracias a un plan de rescate del FMI, el 23º en 60 años, un Acuerdo Stand-By (SBA) de 3.000 millones de dólares, de los que ya se han desembolsado 1.900 millones.
  • Las finanzas del país están seriamente limitadas por los bajos ingresos (12,5% del PIB) debidos a la economía sumergida, las desgravaciones, la evasión fiscal y la corrupción.
  • Cuentas exteriores frágiles: las exportaciones de bienes están dominadas por productos textiles de bajo valor añadido (60% del total) fabricados con algodón local, muy vulnerable a los avatares climáticos. El país es especialmente dependiente de las importaciones de alimentación, fertilizantes y energía.
  • Tensiones internas: el nuevo gobierno tendrá que dirigir el país bajo un omnipresente control militar. Desde 1947, los militares han derrocado al gobierno tres veces y han gobernado directamente el país durante más de tres décadas.
  • Entorno geopolítico exterior peligroso: las tensiones con los países vecinos, especialmente con India (alto el fuego en Cachemira desde 2021), Afganistán (frontera en disputa) e Irán (población baluch compartida) alimentan la inestabilidad y socavan los avances en los proyectos de infraestructuras transfronterizas con China y Asia Central.

Previsión de crecimiento del PIB: 2023 (estimado): -0,2%; 2024 (previsión): 2%

Evaluación de Riesgo País de Coface: D (muy alto)

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Pakistan

 

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